miércoles, 21 de julio de 2010

Evaluación del año

Ha sonado el timbre que otorga poder levantarse tarde, atacar a la pila de libros pendientes, dormirse ante la tele, tomar el sol, echarle la mochila a la espalda... Pero también es hora de echar una mirada atrás para ver el camino recorrido durante este año, de hacer un balance académico y humano de lo que supone ser profesor de una lengua extranjera.
Lo primero que tengo que destacar es que, finalmente, he podido hacer todo el año escolar en un mismo instituto de secundaria, y ha sido toda una experiencia. Qué os voy a decir de esos alumnos y alumnas que desbordan testosterona (y ¿entusiasmo?) en las aulas que no sepáis. Pero bueno, dejando a pie de página (pero no en letras pequeñas) algunos momentos de desesperanza (¿no habéis visto mi calva?) y de falta de motivación, lo vivido no fue del todo insoportable. Tengo pendiente colgar los trabajos más destacados de mis alumnos que son, en cierto modo, un reflejo de mi enseñanza.
Ýa he hablado un poco aquí de cómo se suele enseñar el español en la enseñanza oficial francesa y de mi rechazo a tal metodología, y creo que algunos alumnos han agradecido que mis clases no fueran convencionales y que en ellas pudieran utilizar las nuevas tecnologías. Sin embargo sé que me queda mucho por aprender y que mis sensaciones no han sido tan buenas, sobre todo con el uso de las nuevas tecnologías y el modo de evaluar. Pero el mayor escollo ha sido, una vez más, la disciplina. Siempre la disciplina. Cómo ser general cuando no tengo graduación (ni ganas) ni para ser soldado raso.
Muchas dudas, preguntas, proyectos que, aún a mi pesar, me acompañarán en este periodo de "desconexión" llamado vacaciones.